El conectivismo supone un nuevo enfoque por las teorías del aprendizaje tradicionales que surge del impacto de la tecnología y la Sociedad de la Información a los procesos de enseñanza-aprendizaje. En ese sentido, pretende ser una actualización de las teorías conductivista, cognitivista y constructivista que permita explicar el aprendizaje en la Era Digital.
Originalmente propuesto por George Siemens y posteriormente ampliado por Stephen
Downes, el conectivismo se construye sobre tres componentes fundamentales:
§
La teoría del caos: Esta teoría
prescribe que los procesos muy complejos son difícil de predecir puesto que
ligeros cambios en su estructura pueden provocar grandes cambios en el
comportamiento a largo plazo. En ese sentido, acontece más importando la
capacidad de adaptación a un entorno altamente cambiando que el hecho de poder
parametrizar dicho entorno.
§
Importancia de las redes: Gracias a un mundo
interconectado, el acceso al conocimiento es mucho más inmediato y está, en
gran medida, condicionado por la facilidad con que el individuo estructura su
acceso al mismo. En ese sentido, toma mucha relevancia la construcción de una
red personal de aprendizaje (PLE).
§
Complejidad y autoorganización: Dentro de los sistemas formados por
infinidad de interacciones de forma que son altamente complejos, poco
predecibles y, por lo tanto, incontrolables también se generan sinergias y
procesos de autocoordinación que permiten al sistema seguir funcionando.
Hay que señalar que, a pesar de que Siemens presenta
el conectivismo como una teoría del aprendizaje, algunas voces críticas no
acaban de aceptar esta clasificación. Por eso, y mientras no se
presenten nuevos estudios que avalen la idea del conectivismo como teoría
del aprendizaje, hay que ser cautos y darle únicamente el tratamiento de
enfoque pedagógico.
Sea como fuere, tal y cómo afirma su autor, el
“conectivismo está basado en la comprensión de que las decisiones se
fundamentan en elementos cambiantes. Información nueva es continuamente
adquirida y es vital saber distinguir lo que es importante de lo que no.
También es crítico saber reconocer cuando las nuevas informaciones alteran la
validez de las decisiones tomadas ayer”
En base a esta definición, Siemens propone una serie
de principios que tienen que caracterizar la enseñanza en base al enfoque
conectivista:
§
El aprendizaje y el conocimiento residen en la diversidad
de opiniones. En ese sentido es importante presentar el todo
para seleccionar el mejor enfoque.
§
El aprendizaje es un proceso de conexión de nodos. Recibe una
gran importancia el proceso de creación de redes formadas por nodos que
representan recursos especializados o fondos de información relacionados con
los contenidos objeto de estudio.
§
El aprendizaje puede residir en elementos no humanos. Es decir,
que puede residir fuera del individuo en la medida que este puede ser activado
o facilitado gracias a la tecnología. Algunos autores, pero, consideran que
para ser más precisos habría que hablar de información o conocimiento.
La capacidad de saber es más crítica que lo que
realmente se sabe. La capacidad del individuo para buscar el
conocimiento y nutrir su red se revela como muy importante.
Nutrir y mantener las conexiones es necesario para
facilitar el aprendizaje continuo. El aprendizaje es un
proceso continuo, no estados definitivos o un producto. Por lo tanto, es
fundamental continuar nutriendo la red de conexiones y actualizando los nodos
existentes.
La destreza para ver conexiones es fundamental. Esta
destreza implica reconocer patrones y encontrar puntos de unión entre los
campos, ideas y conceptos como parte fundamental de la evolución de la red de
aprendizaje.
Un conocimiento actualizado es la meta de toda
actividad de aprendizaje conectivista. En definitiva, el objetivo
final del conectivismo es estar al día en un mundo que cambia constantemente.
De forma transversal a los principios enunciados, hay
que señalar la importancia que adquiere en el enfoque conectivista la toma de
decisiones. Así, los alumnos tienen que ser capaces de discernir qué
aprender y de interpretar aquello que reciben a través de su red en un contexto
de cambio constante. En palabras de su autor “Puede haber una respuesta
correcta hoy que sea incorrecta mañana debido de a los cambios en la
información que afecta a la decisión”.
Pero, ¿cuáles son las propiedades que definen una
actividad de cariz conectivista? En este punto, es interesante hacer referencia
a las propiedades enunciadas por Downes:
§ Diversidad: La diversidad ofrece a los
alumnos la exposición a varias opiniones y perspectivas, sin obviar ninguna de
ellas.
§ Autonomía: Los estudiantes tienen el
control del proceso, puesto que son ellos los que deciden qué aprenden, los que
establecen las conexiones entre los diferentes conceptos y determinan que es
relevante por sus necesidades de aprendizaje.
§ Interactividad: Esto es, la
conexión entre los estudiantes y los recursos de su red de aprendizaje, ya sean
otras personas o información. Esta interactividad tiene lugar de forma continua
y sin restricción.
§
Apertura: El en torno a aprendizaje
no tiene límites. Esta propiedad es, en gran medida,facilitada gracias al uso
de las nuevas tecnologías que permiten al estudiante acceder a información cada
vuelta más diseminada a través de una red casi infinita.
Por lo tanto, es importante remarcar la
importancia que tienen las tecnologías de la información y la comunicación, así
como la Sociedad de la Información, en la definición y el contexto del
conectivismo.
Sea como fuere, el conectivismo está ganando cada vez
más y más adeptos y parece definirse como un enfoque pedagógico de gran
repercusión en los procesos docentes actuales. Pero, ¿está el
conectivismo aquí para quedarse? ¿O es más bien una moda pasajera? De la
respuesta a esta pregunta depende el futuro de la educación.