MODELO TPACK

Punya Mishra y Matthew J. Koehler han desarrollado su modelo T-Pack, a partir de la idea de Lee Shulman sobre la integración de conocimientos pedagógicos y curriculares que deberían tener los docentes. Shulman propone que la pedagogía no debe estar descontextualizada de la materia que se imparte y, por lo tanto, debe estar impregnada y condicionada por ella, se trata del conocimiento pedagógico disciplinar o PCK (Pedagogical Content Knowledge). Hay que conocer lo que se enseña y cómo debe ser enseñado. Las didácticas de las materias curriculares.

Debido a la invasión tecnológica en el ámbito educativo, Mishra y Koehler amplían la idea de Shulman e integran las TIC como un elemento más de la ecuación, desarrollando el modelo TPACK (Technological Pedagogical Content Knowledge) como un marco conceptual que puede orientar al profesorado para la integración de la tecnología en los procesos de enseñanza. Es, en definitiva, un conjunto de conocimientos que abarcan múltiples disciplinas y que debe aplicarse en situaciones concretas para enseñar, eficazmente, con tecnologías.

Para ellos, es necesario partir de una serie de premisas a la hora de afrontar un modelo de integración de las TIC en las clases:

·         (Enseñar con tecnología es un problema complejo).

·         solutions (Los problemas complejos requieren de soluciones creativas).

·         (Los profesores son diseñadores del paquete completo).

Esto significa que son los profesores los que deben dar esa solución creativa al problema y que son ellos los que deben integrar un conjunto de conocimientos que les permitan ofrecer una respuesta.

Los conocimientos pedagógicos, disciplinares y tecnológicos de los docentes interaccionan entre sí cuando estamos creando un diseño instruccional. El profesor debe saber manejar sus conocimientos de manera que esta interacción suponga una mejora real de la calidad de la enseñanza, integrando para ello los tres ámbitos descritos anteriormente

https://www.researchgate.net/figure/Figura-2-Modelo-TPACK-ampliado-nota-elaboracion-propia_fig3_306023689

Si analizamos el gráfico del modelo, podemos observar que existen 7 zonas distintas de conocimientos (componentes) integrados a partir de los saberes pedagógicos, disciplinares y tecnológicos. Todos estos conocimientos deben ser contemplados de forma individual y en su mutua interacción:

·         Conocimiento pedagógico (PK): Base de conocimiento sobre pedagogía, didáctica y métodos de enseñanza que debe poseer todo docente.

·         Conocimiento disciplinar (CK): Se trata del conocimiento que el profesor debe tener de la materia que va a impartir.

·         Conocimiento tecnológico (TK): Todo lo relacionado con el conocimiento sobre las TIC.

·         Conocimiento pedagógico disciplinar (PCK): El conocimiento de las didácticas de las distintas materias. Integra el conocimiento de la disciplina y de cómo enseñarla. Afecta al conocimiento pedagógico y disciplinar. ¿Qué vamos a enseñar?, ¿cómo lo vamos a enseñar?, ¿qué actividades son las más adecuadas?, ¿qué conocimientos previos se requieren?

·         Conocimiento tecnológico disciplinar(TCK): Se trata del conocimiento sobre qué tecnologías son las más adecuadas para enseñar una materia concreta. Por ejemplo, para la enseñanza de la geometría un docente debe saber utilizar programas como Cabri o Geogebra, pero, además, debe saber cuál es más adecuado para su utilización en la enseñanza concreta de un contenido.

·         Conocimiento tecnológico pedagógico (TPK): Se trata del conjunto de saberes relacionado con el uso de las TIC en la educación. ¿Cómo debemos enseñar cuando empleamos tecnología?, ¿qué situaciones son las más adecuadas?, aspectos positivos y negativos de su uso,…

·         Conocimiento tecnológico, pedagógico y disciplinar (TPACK): Es la integración de todos los componentes anteriores. Supone integrar lo que el docente sabe sobre la materia que desea impartir, los métodos didácticos más adecuados a la situación concreta de los alumnos. Cómo integrar la tecnología para enseñar (mejor) un contenido concreto.

Por último, debemos tener en cuenta la influencia que tiene el contexto en el proceso de aprendizaje de nuestros alumnos, desde los niveles económicos y culturales, experiencias, conocimientos del lenguaje, conocimientos previos, etc.

MODELO PEDAGÓGICO EN LAS TEORÍAS CRITICAS

La pedagogía crítica es una corriente pedagógica, una filosofía de la educación y un movimiento social que desarrolló y aplicó conceptos provenientes de la teoría crítica de la Escuela de Frankfurt y tradiciones relacionadas, hacia el campo de la educación y el estudio de la cultura.1

La pedagogía crítica, al contrario que la Educación bancaria, rechaza la idea de que el conocimiento es políticamente neutral y argumenta que la enseñanza es un acto inherentemente político, ya sea que el maestro lo reconozca o no. Por lo tanto, las cuestiones de justicia social y democracia no son distintas de los actos de enseñanza y aprendizaje2​. El objetivo de la pedagogía crítica es la emancipación de la opresión a través del despertar de la conciencia crítica, basada en el término portugués conscientização. Cuando se logra, la conciencia crítica alienta a los individuos a efectuar el cambio en su mundo a través de la crítica social y la acción política.

La pedagogía crítica fue fundada por el filósofo y pedagogo brasileño Paulo Freire3​, quien la promovió a través de su libro de 1968, Pedagogía del oprimido. Posteriormente se extendió internacionalmente, incorporando elementos de otros campos como la teoría posmoderna, la teoría feminista, la teoría poscolonial y la teoría queer. Según Saviani, las pedagogías críticas se entienden a partir del criterio de criticidad: esto es, serán teorías críticas aquellas que puedan percibir los condicionantes objetivos que atraviesan a la educación. De allí, el autor trabaja con las Teorías Críticas Reproductivistas4​ (tales como la de violencia simbólica de Bourdieu y Passeron como la de Aparato Ideológico del Estado de Althusser).

Henry Giroux hace una observación a la enseñanza tradicional, más específicamente a la lectura y la escritura, la cual ha estado dominada por procesos que la han convertido en una pedagogía puramente procesual y de miras estrechas Así, Giroux plantea que la enseñanza de las ciencias sociales refleja un malentendido pedagógico por parte de los educadores, dado que los estudiantes reciben una exposición sistemática de temas y acontecimientos seleccionados de la historia y la cultura humana, lo cual no los aleja de la percepción conductista de estudiante como tabula rasa o vasija vacía11​.

Es a esta pedagogía alienante a la que Paulo Freire también le hace una serie de críticas y la cataloga como la “pedagogía de la percepción sin tacha”,12​ la cual está en favor de la objetividad y la universalización de las formas no dialécticas de ver el mundo. Ambos pensadores concluyen que esta pedagogía de miras estrechas ocasiona una deshumanización de las personas al infundir en ellas el miedo a pensar críticamente, o peor aún llevándolas a la inhabilidad de hacerlo.

Para Freire, la educación debe abarcar una comprensión diversa e incluyente del mundo, lo cual no implica que ésta sea neutra ni que complazca a todos aquellos que tengan una opinión sobre ella, por el contrario, esta noción de diversidad e inclusión hace que en la educación se sostenga un diálogo con los puntos de vista divergentes y que a través de esta tolerancia de seres desemejantes se cree la democracia, dentro de la que se compartan y construyan pensamientos y opiniones cargados de emociones y saberes diferentes que enriquezcan el saber pedagógico.[cita requerida]

De igual manera, Freire hace un llamado a “la unión de la diversidad”,13​ en el sentido de dejar de lado el espacio que separa a un grupo social y étnico de otro. Freire reconoce la existencia de las diferencias interculturales definidas por clase, raza, género y nacionalidad, las cuales generan dos tipos de ideologías: de discriminación por parte de los dominantes y de resistencia por parte de los dominados, por lo que apela a la reducción de esta brecha entre y así a la tolerancia y respeto de la subjetividad.

 

CONECTIVISTA

El conectivismo supone un nuevo enfoque por las teorías del aprendizaje tradicionales que surge del impacto de la tecnología y la Sociedad de la Información a los procesos de enseñanza-aprendizaje. En ese sentido, pretende ser una actualización de las teorías conductivista, cognitivista y constructivista que permita explicar el aprendizaje en la Era Digital.

Img1.Conectivismo

Originalmente propuesto por George Siemens y posteriormente ampliado por Stephen

Downes, el conectivismo se construye sobre tres componentes fundamentales:

  §  La teoría del caos: Esta teoría prescribe que los procesos muy complejos son difícil de predecir puesto que ligeros cambios en su estructura pueden provocar grandes cambios en el comportamiento a largo plazo. En ese sentido, acontece más importando la capacidad de adaptación a un entorno altamente cambiando que el hecho de poder parametrizar dicho entorno.

§  Importancia de las redes: Gracias a un mundo interconectado, el acceso al conocimiento es mucho más inmediato y está, en gran medida, condicionado por la facilidad con que el individuo estructura su acceso al mismo. En ese sentido, toma mucha relevancia la construcción de una red personal de aprendizaje (PLE).

§  Complejidad y autoorganización: Dentro de los sistemas formados por infinidad de interacciones de forma que son altamente complejos, poco predecibles y, por lo tanto, incontrolables también se generan sinergias y procesos de autocoordinación que permiten al sistema seguir funcionando.

Hay que señalar que, a pesar de que Siemens presenta el conectivismo como una teoría del aprendizaje, algunas voces críticas no acaban de aceptar esta clasificación. Por eso, y mientras no se presenten nuevos estudios que avalen la idea del conectivismo como teoría del aprendizaje, hay que ser cautos y darle únicamente el tratamiento de enfoque pedagógico.

Sea como fuere, tal y cómo afirma su autor, el “conectivismo está basado en la comprensión de que las decisiones se fundamentan en elementos cambiantes. Información nueva es continuamente adquirida y es vital saber distinguir lo que es importante de lo que no. También es crítico saber reconocer cuando las nuevas informaciones alteran la validez de las decisiones tomadas ayer”

En base a esta definición, Siemens propone una serie de principios que tienen que caracterizar la enseñanza en base al enfoque conectivista:

§  El aprendizaje y el conocimiento residen en la diversidad de opiniones. En ese sentido es importante presentar el todo para seleccionar el mejor enfoque.

§  El aprendizaje es un proceso de conexión de nodos. Recibe una gran importancia el proceso de creación de redes formadas por nodos que representan recursos especializados o fondos de información relacionados con los contenidos objeto de estudio.

§  El aprendizaje puede residir en elementos no humanos. Es decir, que puede residir fuera del individuo en la medida que este puede ser activado o facilitado gracias a la tecnología. Algunos autores, pero, consideran que para ser más precisos habría que hablar de información o conocimiento.

   La capacidad de saber es más crítica que lo que realmente se sabe. La capacidad del individuo para buscar el conocimiento y nutrir su red se revela como muy importante.

    Nutrir y mantener las conexiones es necesario para facilitar el aprendizaje continuo. El aprendizaje es un proceso continuo, no estados definitivos o un producto. Por lo tanto, es fundamental continuar nutriendo la red de conexiones y actualizando los nodos existentes.

   La destreza para ver conexiones es fundamental. Esta destreza implica reconocer patrones y encontrar puntos de unión entre los campos, ideas y conceptos como parte fundamental de la evolución de la red de aprendizaje.

    Un conocimiento actualizado es la meta de toda actividad de aprendizaje conectivista. En definitiva, el objetivo final del conectivismo es estar al día en un mundo que cambia constantemente.

De forma transversal a los principios enunciados, hay que señalar la importancia que adquiere en el enfoque conectivista la toma de decisiones. Así, los alumnos tienen que ser capaces de discernir qué aprender y de interpretar aquello que reciben a través de su red en un contexto de cambio constante. En palabras de su autor “Puede haber una respuesta correcta hoy que sea incorrecta mañana debido de a los cambios en la información que afecta a la decisión”.

Pero, ¿cuáles son las propiedades que definen una actividad de cariz conectivista? En este punto, es interesante hacer referencia a las propiedades enunciadas por Downes:

§  Diversidad: La diversidad ofrece a los alumnos la exposición a varias opiniones y perspectivas, sin obviar ninguna de ellas.

§   Autonomía: Los estudiantes tienen el control del proceso, puesto que son ellos los que deciden qué aprenden, los que establecen las conexiones entre los diferentes conceptos y determinan que es relevante por sus necesidades de aprendizaje.

§   Interactividad: Esto es, la conexión entre los estudiantes y los recursos de su red de aprendizaje, ya sean otras personas o información. Esta interactividad tiene lugar de forma continua y sin restricción.

§  Apertura: El en torno a aprendizaje no tiene límites. Esta propiedad es, en gran medida,facilitada gracias al uso de las nuevas tecnologías que permiten al estudiante acceder a información cada vuelta más diseminada a través de una red casi infinita.

Por lo tanto, es importante remarcar la importancia que tienen las tecnologías de la información y la comunicación, así como la Sociedad de la Información, en la definición y el contexto del conectivismo.

Sea como fuere, el conectivismo está ganando cada vez más y más adeptos y parece definirse como un enfoque pedagógico de gran repercusión en los procesos docentes actuales.  Pero, ¿está el conectivismo aquí para quedarse? ¿O es más bien una moda pasajera? De la respuesta a esta pregunta depende el futuro de la educación.


CONSTRUCTIVISTA

 

   Img2.Constructivista

El constructivismo, en su dimensión pedagógica, concibe el aprendizaje como resultado de un proceso de construcción personal-colectiva de los nuevos conocimientos, actitudes y vida, a partir de los ya existentes y en cooperación con los compañeros y el facilitador. En ese sentido se opone al aprendizaje receptivo o pasivo que considera a la persona y los grupos como pizarras en blanco o bóvedas, donde la principal función de la enseñanza es vaciar o depositar conocimientos.

A esta manera de entender el aprendizaje, se suma todo un conjunto de propuestas que han contribuido a la formulación de una metodología constructivista. Entre dichas propuestas vale la pena mencionar:

• La teoría del aprendizaje significativo: el aprendizaje tiene que ser lo más significativo posible; es decir, que la persona-colectivo que aprende tiene que atribuir un sentido, significado o importancia relevante a los contenidos nuevos, y esto ocurre únicamente cuando los contenidos y conceptos de vida, objetos de aprendizaje puedan relacionarse con los contenidos previos del grupo educando, están adaptados a su etapa de desarrollo y en su proceso de enseñanza-aprendizaje son adecuados a las estrategias, ritmos o estilos de la persona o colectivo.

• Aprendizaje por descubrimiento: no hay forma única de resolver los problemas. Antes de plantear a los participantes soluciones, los facilitadores deben explorar con ellos diferentes maneras de enfrentar el mismo problema; pues no es pertinente enseñar cosas acabadas, sino los métodos para descubrirlas.

• Las zonas de desarrollo: un nuevo aprendizaje debe suponer cierto esfuerzo para que realmente implique un cambio de una zona de desarrollo real, a una zona de desarrollo próximo, pero no con un esfuerzo tan grande (por falta de conocimientos previos, por ejemplo) que el nuevo contenido quede situado fuera de la zona a la que tiene acceso potencialmente la persona o el grupo.

• El aprendizaje centrado en la persona-colectivo: la persona-colectivo interviene en el proceso de aprendizaje con todas sus capacidades, emociones, habilidades, sentimientos y motivaciones; por lo tanto, los contenidos del proceso pedagógico no deben limitarse sólo al aprendizaje de hechos y conceptos (contenido conceptual), sino que es necesario atender en la misma medida a los procedimientos (contenido procedimental), las actitudes, los valores y las normas (contenido actitudinal), si se quiere una adaptación activa de la persona o grupos a nuevas situaciones sociales. Así mismo, hay que considerar sus propios estilos, ritmos y estrategias de aprendizaje.

• Aprender imitando modelos: este enfoque resulta especialmente importante para la enseñanza aprendizaje de contenidos actitudinales, lo cual es una debilidad en la mayoría de propuestas. De acuerdo con ella, la persona-colectivo desarrolla una llamada capacidad vicaria, la cual le permite el aprendizaje por observación, mediante la imitación, por lo general inconsciente, de las conductas y actitudes de personas que se convierten en modelos, cuyos patrones de comportamiento son aprendidos en un proceso de aprendizaje de tres fases: atención, retención y reproducción. Con relación a ello, lo más importante es que con la práctica las personas-colectivos aprendan los contenidos guías, las generalizaciones más que ejemplos específicos.

• La metodología activa: siguiendo a Moisés Huerta2, un método es activo cuando genera en la persona-colectivo una acción que resulta de su propio interés, necesidad o curiosidad. El facilitador es en ese sentido, quien debe propiciar dicho interés planificando situaciones de aprendizaje estimulantes, si descuidar que los métodos son el medio y no el fin. La metodología activa se debe entender como la manera de enseñar que facilita la implicación y la motivación”.

• El aprendizaje cooperativo, dinámico o comunicativo: en la enseñanza se debe desarrollar un conjunto de actividades que propicien la interacción de la persona-colectivo con el medio, con sus pares o el docente, privilegiando dinámicas que pueden ser individuales, en pares, en equipos pequeños y en grupo grande. Del mismo modo hay que preocuparse por implicar a la persona-colectivo en el proceso de aprender. Al proceso permanente de reflexión y de toma de conciencia sobre cómo se aprende se le denomina metacognición.

• La teoría de las inteligencias múltiples: en nuestro ser habitan siete diferentes inteligencias que nos permiten abordar el mundo de manera diversa, y en toda persona algunas de ellas están más o menos desarrolladas que otras; por lo tanto, la enseñanza también debería adaptarse a esa realidad. Estas inteligencias son:

Lingüística, lógico-matemática, visual-espacial, musical, kinestésico-corporal y las inteligencias personales (intrapersonal e interpersonal). En el marco de las inteligencias personales, también se plantea una llamada inteligencia emocional, que es la capacidad de sentir, entender y manejar eficazmente las emociones, como fuente de energía y de información para el desarrollo personal y el aprendizaje.

• Ecología de la educación: el ambiente de aprendizaje en una aula o proceso constructivista, se configura como resultado de diversos factores entre los cuales cabe destacar la metodología, pues en ella se interrelacionan diferentes variables: la organización y tipo de contenidos, las secuencias de actividades, la toma de de decisiones sobre el proceso a seguir, las técnicas de trabajo individual, los planteamientos de trabajo en grupo, las formas de agrupamiento, la organización del tiempo y la organización del espacio. Todo ello es conocido como ecología de la educación.


El programa o diseño curricular por competencias

Programar por competencias significa haber identificado el conjunto de conocimientos, saber ser y saber hacer organizados que el sujeto de la capacitación necesita para ejecutar adecuadamente una tarea o un conjunto de tareas que satisfagan exigencias sociales o individuales precisas; de manera que el análisis del contexto y de los individuos que en él se desenvuelven, juegan un papel determinante al momento de planificar.

En sentido amplio, una competencia es un conjunto de capacidades, una macrohabilidad que integra tres tipos de saberes:

• El saber conceptual: referido a la habilidad para el manejo de conceptos, datos, informaciones y hechos.

• El saber procedimental: relacionado con la habilidad para ejecutar una acción o secuencia de acciones siguiendo métodos, técnicas y/o estrategias adecuadas a la resolución de una tarea concreta.

• El saber actitudinal: concerniente a la habilidad para vincular el saber y el saber hacer a valores, principios o normas que configuran nuestras actitudes, asegurando que la búsqueda del éxito y el progreso personal-colectivo no se contradigan con el bienestar social.

Formalmente, un diseño curricular debe aportar a) una Fundamentación, es decir, la explicación de las razones o motivos que justifican la necesidad del programa de formación que se plantea; b) los Objetivos, referidos al propósito o propósitos generales de enseñanza, definidos en función a las necesidades de aprendizaje identificadas; c) los Perfiles, o determinación de las características de la persona-colectivo a quien va dirigida el programa, las competencias de aprendizaje generales demandadas para la persona-colectivo que se va a formar y las principales áreas ocupacionales en las que puede desempeñarse; d) la Estructura Curricular Base y e) las Unidades de Aprendizaje.

En un mayor nivel de desarrollo, corresponde al facilitador del curso planificar cada sesión de aprendizaje, considerando secuencias formativas que permitan poner en práctica las actividades previstas en cada unidad de aprendizaje, para el logro de las competencias planteadas.